Tenerife, famosa por sus impresionantes paisajes y exclusivas villas de lujo, también alberga una flora única y diversa. Su clima privilegiado, suelos volcánicos y altitudes variadas han dado lugar a especies sorprendentes que enriquecen la biodiversidad de la isla. Descubre 10 plantas icónicas que definen su belleza natural.
Tajinaste (Echium wildpretii)
Uno de los símbolos de Tenerife, el tajinaste es una espectacular planta endémica con una alta espiga cubierta de vibrantes flores rojas. Su floración en el Parque Nacional del Teide crea un paisaje impresionante.
Drago Milenario (Dracaena draco)
Árbol legendario y símbolo de la isla, el Drago destaca por su copa en forma de paraguas y su grueso tronco escamoso. De gran importancia cultural e histórica, esta especie puede vivir cientos de años.
Pino Canario (Pinus canariensis)
Presente en las montañas de Tenerife, el pino canario es clave para el ecosistema local. Sus largas agujas y gruesa corteza protegen la biodiversidad de los bosques, creando refugio para muchas especies.
Violeta del Teide (Viola cheiranthifolia)
Delicada y exclusiva de Tenerife, esta pequeña flor de pétalos morados florece en las alturas del Teide. Su capacidad para sobrevivir en suelos volcánicos la convierte en un símbolo de resistencia natural.
Canarina (Canarina canariensis)
Rara y fascinante, la canarina es una enredadera con delicadas flores en forma de campana que cuelgan elegantemente. Se encuentra principalmente en los bosques de laurisilva, aportando un toque de color a la exuberante vegetación.
Retama del Teide (Spartocytisus supranubius)
Habitante de las laderas volcánicas del Teide, esta planta resiste condiciones extremas y florece con racimos de flores blancas aromáticas, simbolizando la resistencia y belleza del ecosistema isleño.
Tajinaste Azul (Echium decaisnei)
Esta espectacular planta, con altos tallos cubiertos de flores azules, es un imán para polinizadores. Se encuentra en reservas naturales de Tenerife, enriqueciendo la biodiversidad de la isla.
Orquídea de Tenerife (Dactylorhiza viridis)
Una especie rara y en peligro de extinción, esta orquídea crece en los bosques húmedos de la isla. Sus flores intrincadas y fragancia sutil la convierten en una joya botánica única.
Pinzón Azul de Tenerife (Fringilla teydea)
Aunque no es una planta, esta ave endémica depende de la flora local para su supervivencia. Habita en los pinares y contribuye a la regeneración del ecosistema al dispersar semillas.
Bosques de Laurisilva (Laurisilva)
Declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, estos bosques prehistóricos albergan una increíble diversidad vegetal. Su frondosa vegetación ofrece un viaje en el tiempo a la era terciaria, siendo un verdadero tesoro natural de Tenerife.